Al otro lado de la meta

Estamos de vuelta y con el trabajo terminado. Por fin puedo decir que he terminado una maratón¡¡¡.

Las sensaciones son únicas y tienes que vivirlas para saber lo que se siente, por mucho que te cuenten no lo sabrás hasta que no seas capaz de correr y terminar una carrera de estas características . Ha sido la guinda a varios meses de preparación que siempre estarán en mi recuerdo, fueron meses duros pero a la vez muy satisfactorios ya que sin ellos no hubiera podido haber realizado este reto.
Muchas gracias a todos los que me habéis ayudado a conseguir que este sueño que veía tan lejano se haya podido convertir en realidad.

Y lo peor de todo es que esto es un vicio porque aunque todavía tenga que esquivar cuantas escaleras veo, ya estoy pensando en repetir el año que viene, aunque eso queda tan lejos que no quiero pensar en ello. De momento he conseguido lo que quería y ahora toca disfrutar de todo ello y no pensar mucho en lo que vendrá, pasito a pasito las cosas suelen salir mejor. Saber que has podido correr más de 42 kilómetros sin descanso, aparte de ser un reto físico, te da una fuerza mental que te hace pensar que puedes con todo lo que te propongas. Te conviertes como en un “superhombre” que sabe que cualquier cosa que se proponga la puede realizar, que no hay nada imposible y que si te lo propones lo consigues. Esto es lo más importante que me llevo de este reto, además me ha venido muy bien como entreno para lo que me espera dentro de poco. Ser padre. Otro reto que empiezo si todo va bien en el mes de Junio y que será la carrera más larga que corra en mi vida, pero ya he dado el primer pasito y ha salido bien.

Hablando un poco de la carrera, decir que me ayudaron mucho los ánimos que me dieron mis animadores personales, mi padre con mis hermanos y mi mujer. Se movieron por todo el recorrido y les pude ver en cuatro puntos distintos de la carrera, todo un seguimiento que me ayudo mucho a seguir luchando por llegar a meta lo antes posible. Gracias.

La salida se dio a las 9:00h en punto, pero yo llevaba levantado desde las 6:00h, habiendo dormido apenas 5 horas, pero no tenia sensación de cansancio y solo quería que esto comenzara lo antes posible y empezar a correr.

El tiempo tampoco acompañaba al comienzo de la carrera, nubes muy negras y frio antes de la salida. Salí junto con mi compañero Ángel y un amigo de este llamado Zamora, sabiendo que yo tenía más ritmo que ellos, pero quería salir muy tranquilo y conservador por lo que estuve con ellos hasta la entrada a la Casa de Campo, cerca del kilometro 24.

Iba muy cómodo al ritmo de mis compañeros, quizás demasiado, pero seguía pensando en reservar fuerzas para la segunda parte de la carrera que seguro se iba hacer duro. Además a partir del kilometro 20 mas o menos comenzó a darme un dolor fuerte en zona derecha de la ingle, creo que se llama el musculo psoas. No me impedía correr pero no iba cómodo y no me dejaba correr como hubiera querido. Pero sabía que eso no era suficiente para hacerme abandonar, así en el kilometro 25 y tras pedir a un voluntario que me diera un poco de réflex en esa zona, deje a mis compañero y comenzó mi carrera en solitario.

Del kilometro 25 al 35 fueron en los que mejor me encontré, iba a mi ritmo, algo más alegre que el de mis compañeros y mi cuerpo me lo agradeció, además mis animadores me dieron una sorpresa al encontrarlos en el kilometro 32, dándome las fuerzas que me hacían falta para poder continuar.

En ese kilometro alcance al globo de las 4 horas y sabia que si las piernas no fallaban podía también alcanzar al de 3h45.

Pero a partir del 35 las cosas cambiaron y el dolor de la ingle se fue haciendo cada vez mayor, pasando de ser una molestia suave a convertirse en un dolor que a veces no me dejaba estirar bien la pierna, teniendo que correr de una forma un poco extraña, además llegaban los kilómetros más duros y las cuestas más exigentes. También comenzaron a cargarse los gemelos y los cuádriceps , fueron los peores momentos y pensaba que si la cosa iba a peor tendría que parar, como lo estaban haciendo muchos corredores que iba dejando a mi paso.

Pero la cosa parecía que no iba a mas, los dolores eran fuertes pero soportables y si no me daba ningún tirón se que iba a llegar al final. Los últimos kilómetros se hicieron eternos, sobre todo del 38 hasta la meta. En el 40 me tome una capsula de glucosa que guarde en la recamara para los peores momentos y la verdad es que me funciono, me dio un pequeño subidon que me llevo hasta el final.

Además de nuevo mis animadores me dieron otra alegría a falta de un kilometro para la meta, allí estaban animándome, aunque si no me avisan casi ni los veo porque iba casi ciego pensando en llegar cuanto antes a meta. Mi padre se puso a correr conmigo y me acompaño unos 500 metros, donde se tuvo que retirar porque no dejaba entrar a gente sin dorsal. Estas cosas te quedan para siempre, solo por esto mereció la pena todo el esfuerzo.

Y llego el momento de cruzar la meta. Las sensaciones fueron extrañas y difíciles de describir, llegas agotado y mentalmente algo tocado por lo que no te da tiempo a pensar mucho, quieres llegar y traspasar la línea lo antes posible, vas muy jodido, te duele todo y quieres acabar cuanto antes, coger la mochila y llegar a casa para comer algo solido y descansar, sobre todo descansar.

Al final termine por debajo de las 3h50mts, y ahora creo que podía haber bajado bastante esa marca si hubiera arriesgado mas desde el principio, tampoco acompañó que desde la mitad de la carrera fuera con el dolor en la ingle y las piernas muy tocadas. Creo que en mi preparación me he quedado corto en el tema de las piernas, me ha faltado haber metido mas gimnasio y fortalecer las piernas a base de maquinas. Sabía que había entrenado bien y que llevaba muchos kilómetros en las piernas, quizás demasiados, pero me gano el respeto que le tenía a la distancia, y quien sabe que habría pasado si desde el principio hubiera ido más rápido, a lo mejor ahora me estaría dando de cabezazos por no haber sido más conservador. Era el primer maratón y no era plan de arriesgar lo mas mínimo, mi objetivo era acabar y con ese pensamiento salí a correr.

Por último, decir que no se que pasara a partir de ahora con este blog, ya que el objetivo con el que se creó ha finalizado, como indica la cuenta atrás de la parte de arriba, y ahora aunque no deje de entrenar, los mismos serán más suaves y enfocados a no perder mucho la forma física.

Me he apuntado a la carrera popular de Alcobendas que se celebrará el día 10 de Mayo, haber si ya se me han pasado las agujetas y puedo por lo menos salir a trotar un poco.

De momento no tengo ningún objetivo marcado para seguir motivado y salir a entrenar de forma más seria, además de lo complicado que va a ser a partir de ahora compaginarlos con el tema de ser padres, se admiten sugerencias.

Muchas gracias a todos por seguir mis historias, yo he cruzado la meta pero todos vosotros lo habéis hecho conmigo. Un saludo a todos.

Tendréis noticias en cuanto se me ocurra alguna otra locura.

Dorsal de carrera 6333.